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Un lugar que es todo un clásico en el barrio, con una atención impecable y una calidad excepcional en sus productos. Aunque personalmente creo que podría beneficiarse de una renovación, ya que a pesar de su encanto tradicional, parece haberse quedado estancado en los años 80.
Recibimos el encargo para un pastel de cumpleaños con decoración personalizada, en ningún momento nos informaron de que no podrían realizarlo. Ayer fuimos a recogerlo y nos dijeron que el día anterior el panadero había dicho que no podía hacerlo y que habían intentado contactarnos en el teléfono que dejamos, el cual está siempre disponible. Muy poco profesionales en su labor. No lo recomendaría en absoluto.
He tenido una experiencia muy decepcionante en esta panadería. Descubrí que utilizan cáscaras de huevos en sus productos, lo cual les reclamé, pero su respuesta fue poco satisfactoria y no me ofrecieron ninguna solución. La calidad de los panes varía mucho de un día a otro y a veces tienen sabores bastante desagradables. Además, no aceptan ninguna responsabilidad por ello. En resumen, no recomendaría este lugar en absoluto.
¡Vaya experiencia tan maravillosa en La Caro! Su atención es inigualable y la calidad de sus productos es insuperable. Hoy adquirí algunas masas, aunque debo confesar que soy un auténtico fanático de sus facturas y criollos comunes. ¡Todo es realmente exquisito!
Qué bonito sitio para desayunar, la atención es excelente.
La comida siempre deliciosa, especialmente los panes. Están mejorando mucho en la decoración del local.
Este pan es una delicia, ¡y vaya que es generoso en tamaño! Los precios son muy asequibles también.
Qué maravilla todo, el pan, los bollos, las medialunas con jamón y queso, incluso los sándwiches de lomo por la noche. Una delicia total.
¡Me ha encantado este sitio! Es muy acogedor, el café es delicioso y las tostadas y pasteles están para chuparse los dedos. ¡La atención es excelente!
¡Qué gran promoción para desayunar y merendar! Es una auténtica panadería confitería, de las de toda la vida. ¡Aquí tienes de todo para disfrutar en el momento o para llevar! ¡Un sobresaliente!
Qué pan tan exquisito, si necesitas algo especial o una gran cantidad, es mejor encargarlo con antelación, ya sea en persona o por teléfono. La atención es excelente. Suele estar bastante concurrido, así que hay que tener paciencia. Pero vale totalmente la pena.
¡Qué bonito lugar, la panadería y bar son una maravilla! ¡Todo está delicioso!
El servicio de entrega funciona de maravilla y llega puntual, algo que es muy raro de encontrar en estos tiempos.
La atención es excelente y muy acogedora.
Sin duda, los mejores lomitos de Córdoba.
La atención fue bastante decepcionante. Tenía intención de solicitar unos panecillos saborizados, unos 4 kilos para que estuvieran listos en 3 días, pero con la particularidad de que los prefiero un poquito más grandes. Me informaron que no podían hacer cambios en los tamaños. En definitiva, decidí comprar en otra panadería donde sí me los preparan a mi medida. Una verdadera pena.
Esta panadería es una maravilla, ¡te lo juro! Es como imposible que te encuentres algo pasado o de días anteriores, ¡es una garantía! Te la recomiendo al cien por cien. Los desayunos son pura tradición de cafetería antigua, ¿sabes? Nada de cosas modernas como palta y jamón crudo o detox. Aquí te sirven un café con leche de los de toda la vida, submarino, medialunas, criollos, mafaldas... ¡todo a un precio buenísimo! En resumen, no corres el riesgo de llevarte una decepción.¡Qué ricura de lugar!
De las panaderías más tradicionales, para hacer un encargo es genial. Los panes de lomo son espectaculares, ¡un auténtico 10!
Vaya tela con la empleada que nos atendió, menuda mala educación. Salí de allí sin comprar nada por el trato tan pésimo que recibimos. Y encima, los precios son bastante caros en comparación con otros lugares de similar calidad.
Una panadería de toda la vida con unas delicias increíbles, siempre con los productos más frescos y un rinconcito para sentarse y disfrutar tranquilamente.
La calidad de las panificaciones es bastante buena, les daría un 7,5 si tuviera que ponerle una puntuación. Sin embargo, lo que no me convence es la relación precio-calidad. Los criollos son realmente buenos, las facturas aceptables, los sanguches de miga buenos, los pebetes muy buenos, las masas muy buenas y el pan excelente.
En cuanto a la atención, es más o menos (dependiendo del humor de quien te atienda). En el bar, suele ser un poco lenta.
Todo buenísimo. Los precios un pelín más altos que en otros sitios, pero merece la pena pagarlos. Cada viernes hacen unas planchas de hojaldre con dulce de leche o crema pastelera, es lo más.....
