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Hoy, 01/08/2024 a las 08:30hs fui a desayunar a este local y me vi obligado a irme rápidamente debido al volumen de la música, que resultaba intolerable e insoportable. El empleado, un hombre, claramente es aficionado a la música fuerte ya que además de prestarle mucha atención, también baila al ritmo de la misma. No es la primera vez que me sucede esto y, como nos encontramos en Argensuela, sé que este tipo de opiniones caen en saco roto y a nadie le importan. El tonto soy yo por seguir yendo.
Es la primera vez que voy a comprar algo sobre la marcha, el ambiente es divino y acogedor, especialmente por ser pequeño. Los chicos que atienden son muy amables, especialmente el chico de anteojos (un verdadero encanto). ¡Muy recomendable!
Fui con una compañera de curro y pedimos un pastelito de batata que estaba duro, viejo y sin batata y dos medialunas que estaban duras como piedras de lo viejas que eran.
¡Muy bien, tienen una oferta donde la docena de medialunas viene con 15 unidades!
Es una panadería donde venden bocadillos, pasteles, tartas, etc. que además cuenta con una cafetería. En la planta baja tiene 3 mesitas muy pintorescas y en la planta alta un salón con varias mesas.
¡Todo de diez y a precios muy buenos, sumado a la excelente atención de los chicos! ¡Una gran suerte tenerlos tan cerca de casa, oye!
Los precios son asequibles, la comida está bien. La música es insoportable, imposible hablar o trabajar. Se lo pedí de buena manera, pero me ignoraron por completo.
Es una panadería, aparentemente pequeña a simple vista, con tres mesas para disfrutar de un café o probar el plato del día en la parte trasera, y varias más en un tranquilo entrepiso, muy acogedoras tanto para trabajar como para charlar. He comido varias veces allí, y cada plato del día resultó ser delicioso y a buen precio.
Panadería y pastelería típica de Buenos Aires.